Si
preguntáramos cuáles son las piezas del mobiliario imprescindibles a la hora de
decorar una casa, con total seguridad las respuestas más repetidas serían la cama, el sofá y la mesa de
comedor. Lo más probable es que las estanterías no estuvieran entre ellas. Y sin embargo, se trata de una de las piezas
más habitual y que más práctica y funcional resulta. Además son válidas para
cualquier estancia de la casa; las podemos encontrar en el salón, en el
dormitorio, pero también en el baño o en la cocina.
Las estanterías se pueden hacer a medida pero los fabricantes también
las ofrecen como piezas completamente independientes o formado parte de
conjuntos modulares que, gracias a la gran cantidad de formatos y medidas en
las que se realizan, podemos adaptar sin dificultad a una gran multitud de
espacios. Por supuesto los diseños y lo materiales son también muy variados,
así que no resulta complicado encontrar la que se adecue a nuestros gustos y
necesidades.
Primero: Funcionalidad.
Si piensas cargarla con enciclopedias u otros objetos pesados,
opta por una estantería con
trasera para poder adosarla a la pared. Su estructura resulta
más segura y con mayor estabilidad aunque visualmente resulte más voluminosa
que las que carecen de fondo. Si además la fijas a la pared, quedará súper
resistente. Un consejo, para anclarla, utiliza escuadras de metal.
Por el contrario, si la quieres más decorativa y liviana, elige
un modelo sin trasera; si quieres puedes aprovechar y utilizarla para separar
ambientes sin necesidad de tabiques, como no tienen trasera dejarán pasar la
luz. Otra ventaja es que podrás acceder a su contenido desde un lado u otro
porque el acceso a las baldas se puede realizar por ambos lados.
Segundo: Presupuesto.
Las estanterías más caras son las de madera. Por
supuesto las de madera
maciza las que
más, pero lo cierto es que también ofrecen robustez y calidez. Las
maderas más utilizadas para fabricar estanterías son el haya, el pino, el roble
y el cerezo.
Una
opción bastante más económica son las realizadas con tableros de melamina,
chapados o aglomerados; su precio respecto a las macizas se puede reducir hasta
en la mitad. Además, tienen la ventaja de que se
pueden pintar en los colores que se quiera, también la macizas, claro, pero ¿no
da un poco de pena?
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