A muchos nos gusta dormir, pero lo cierto es que pocos somos
conscientes de la importancia que tiene el descanso en nuestra vida diaria. De
hecho, el sueño representa nada más y nada menos que un tercio de nuestra vida. Dormir, o mejor
dicho, dormir bien, es esencial para descansar, aprender, regenerar las
células, aumentar el volumen muscular, reforzar el sistema inmunológico,
hacernos más fuertes ante las enfermedades, acabar con el estrés sufrido a lo
largo del día… Además, si no descansamos como es debido, al día siguiente
nuestras facultades puedes estar disminuidas, teniendo menos capacidad de
concentración y una enorme sensación de cansancio. Por todo ello, contar con un
buen colchón es completamente indispensable.
Una vida estimada de diez años
Más allá de escoger un buen
colchón, de lo que ya te hemos hablado anteriormente (claves para escoger el colchón),
es esencial saber cuándo éste necesita ser sustituido. En general, se dice que
la vida de este elemento básico del descanso es de unos diez años, ya que
durante este tiempo los componentes de éste (materiales, tecnología,
mecanismos…) se deterioran o pierden sus funciones, dejando de ofrecer las
condiciones adecuadas para un agradable descanso.
¿Tu colchón se ve viejo?
Pero además de tener en cuenta
el tiempo de vida del colchón,
podrás fijarte en las señales que éste te va dando. Lógicamente, una de ellas
es su aspecto. Así, si ves que el colchón está viejo (la tela está desgastada,
tiene manchas…), lo mejor es que lo cambies cuánto antes. Por supuesto, también
tendrás que sustituir tu colchón si éste está deformado. Si esto ocurre a los
pocos años de haberlo adquirido, puede que sea debido a un mal mantenimiento,
así que es mejor que lo cuides a conciencia.
Problemas de salud
Además, deberás cambiar tu colchón si tienes problemas de
espalda y te han recomendado un modelo específico. Otros problemas de salud, como el
asma, también requiere de colchones concretos. En este caso, los médicos
aconsejan colchones
antialérgicos como el que
puedes ver en la siguiente imagen, que tiene tratamientos antiácaros y
antibacterias.
También deberás cambiar tu colchón si notas que te levantas
cansado habitualmente, sobre todo si también tienes dolores musculares o
lumbares; o si has experimentado algún cambio físico (has perdido o ganado
mucho peso, te has quedado embarazada, un cambio de etapa de la vida, si tus
condiciones físicas no tienen nada que ver con las que eran…). En este sentido,
es muy importante cambiar el colchón en las diferentes etapas de crecimiento de
los niños, ya que no necesita el mismo equipo de descanso un bebé de seis meses
que un niño de 6 o 12 años. Otra señal inequívoca de que debes cambiar tu
colchón es si duermes mejor en un hotel o en casa de otra persona que en tu
propio hogar.
Cambiar
las almohadas
No creas que tan solo deberás cambiar los colchones; las almohadas también
necesitan ser sustituidas cada cierto tiempo. En el mercado podrás encontrarlas
de todo tipo, aunque si tenemos que recomendarte alguna, te aconsejamos, sin
duda, la almohada
abrazasueños que puedes
ver en la siguiente fotografía, que potencia la felicidad.
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